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Latino-Americano en Madrid

Cultura de españa

El reto de ser bilingüe en California y cómo me beneficié de vivir en España

Aunque todo estudiante norteamericano que viene a vivir en España prueba la tortilla española, nota que los españoles son más sociables que los americanos y va de marcha, nuestras experiencias siempre son diferentes por nuestro pasado y razones por estar aquí. Siento que mi experiencia en Madrid ha sido muy diferente a las de mis compañeros—no necesariamente mejor—pero definitivamente diferente a la experiencia del típico norteamericano.

Cuando yo tenía cinco años, mi mama inmigró a los EE.UU. con mis tres hermanos buscando una vida con más oportunidades para sus hijos. Consecuentemente, tuve que aprender el inglés en la escuela y el español en casa. Desdichadamente, en el sistema escolar público del sur de California (y muchas partes de los EE.UU.) el español, donde se debería considerar tan importante como el inglés por razones históricas, no se enseña ni valora en los colegios primarios. Al contrario, en vez de ver el español de los inmigrantes latino americanos como algo enriquecedor, el sistema trata el español como una enfermedad de la cual uno tiene que curarse para tener éxito en la escuela y en la vida. Por lo tanto, muchos de mis colegas latino americanos, aunque componen la mayoría de los niños en las escuelas publicas del sur de California, son presionados a olvidar su español y cultura e intentar asimilarse a la cultura norteamericana. Afortunadamente, aunque mi mamá aprendió inglés para su trabajo, siempre me hablaba en español en casa y cuando llegue a la high school (ya muy tarde) tuve la oportunidad de tomar el español como lengua extranjera, porque quería aprender cómo escribirlo y tenía un interés profundo en la cultura hispana. Es irónico cómo de repente el español se convirtió en algo exótico y cultural cuando entré en la high school y la universidad. En mis clases, poco a poco fui enterándome de la historia de España y Latino América, pero nunca me imaginaba que obtendría una beca para estudiar en la universidad y poder tener la oportunidad de viajar catorce horas hasta este país magnifico. La mayoría de mi clase de español estaba compuesta de latinos, que sentíamos una gran necesidad de saber de dónde veníamos y conocer nuestra lengua de origen ya que durante casi toda nuestra formación escolar nuestros cursos escolares estaban repletos con la historia norteamericana. Hace relativamente poco tiempo California fue una colonia española (muchos de los nombres de muchas de las calles todavía están en español) y como resultado los latinos que han estado en los EE.UU. por mucho tiempo, igual que los inmigrantes, tienen una identidad y historia que no deben ser ignorada. Como estudiantes latinos tenemos el derecho de aprender sobre esta cultura e historia en nuestras escuelas.

Para entender este clima racista y xenófobo, se tiene que reconocer que hasta hace poco tiempo, durante los años cuarenta, muchas escuelas tenían programas de «americación» (americanization) cuyo trabajo era asimilar estudiantes hispanos y de otras culturas a la cultura americana, al detrimento de sus lenguajes y culturas. En estas escuelas, que muchas veces estaban segregadas del resto de las escuelas angloamericanas, los maestros hasta humillaban y castigaban a los estudiantes por hablar español en las clases. Aunque ahora no existen estos actos explícitos de racismo, muchos topos e ignorancia sobre la cultura hispana permanecen y estigmatizan el uso del español en público. Sin embargo, recientemente se han pasado leyes que prohíben la enseñanza bilingüe y refuerza la política de “English only” en las escuelas de California. Ahora no existe la enseñanza bilingüe ni siquiera para ayudar a los estudiantes extranjeros a aprender el inglés. Claro, todavía existe la oportunidad de estudiar español en el extranjero cuando uno es mayor como yo, pero esto es solo un privilegio para los que tienen dinero o para los pocos que se enteran que existen becas para los que tienen buenas calificaciones. Aunque el sistema escolar público haya dejado de usar el castigo físico para eliminar el español, todavía existen muchas otras barreras sociales y políticas para que los estudiantes latinos preserven su español.

Ya que en California existe una presión impresionante de estudiantes norteamericanos, maestros y hasta de algunos padres de promover solamente el inglés y olvidar el español (lo que consiste de una masacre de la cultura), lo más importante que aprendí en España ha sido la importancia y valor de mantener mi español. Ahora más que nunca estoy resuelto a no descuidar mi español cuando vuelva a los EE.UU., porque aunque yo técnicamente sea considerado un americano, considero mi español como un factor definidor de mí cultura. Mí viaje a España me ha dado la oportunidad de mejorar mi español y explorar mis antecedentes culturales. Durante mi estancia aquí no solo pude comunicarme con españoles que son muy inteligentes y críticos de la política americana, sino también con inmigrantes de todos los países latino americanos que tienen una fuerza y deseo de mejorar sus vidas y un amor a sus familias impresionantes. Antes de venir aquí sabía que el español es una lengua que se usa en casi toda Latino América y España, pero el interactuar con la variedad de personas, de estas partes tan diversas, con experiencias y perspectivas diferentes, me ha enriquecido más de lo que mis compañeros, familia y profesores sabrán en los EE.UU. También al conocer españoles que además del español hablan otros idiomas como el portugués, francés e inglés y filipinos que hablan tagalo, español e inglés, me pregunto porque yo, ya sabiendo el inglés debería perder mi español porque mi sociedad es tan cerrada que no promueva el bilingüismo desde temprana edad.

Una de las ventajas que tuve al venir a España era que no experimenté el famoso choque cultural, porque muchos no me percibían como americano y el vivir en California ya me había acostumbrado a vivir en un ambiente bicultural. Claro que la cultura española es muy diferente a la cultura latina de California, que es predominantemente mexicana, pero los latinos de esta área han mantenido muchos de los aspectos culturales de origen Español. Al constantemente cambiar entre esta cultura latino americana y la cultura angloamericana de mis escuelas, aprendí a cambiar entre dos culturas sin morir de un choque cultural cada vez que iba a la escuela. Sabía que en casa la familia y la comunidad eran lo más importante pero en la escuela lo más importante tenía que ser la competencia y el éxito individual. Evidentemente muchas veces estas culturas estaban directamente opuestas--en clase me decían que tenía que participar más y hacer más preguntas al profesor cuando estaba discursando, pero en casa mi mamá me enseñaban que tenía que demostrar respeto a los que sabían más al permanecer en silencio cuando hablaban a todos. Estos cambios no eran fáciles pero me enseñaron a ser más adaptable a nuevas situaciones y me inculcaron el deseo de conocer otras culturas.

Algunos españoles no te dan la razón, aunque la tengas

Al regresar de mí práctica ayer, me senté enfrente de tres señores (de 65-70 años) que hablaban apasionantemente. Parecía una escena de la película «The God Father» (pienso que es «El Padrino» en España) u otra película de mafiosos (me encanta como todos los españoles de mayor edad en Madrid se visten muy formalmente con trajes y sombreros de la época de los años cuarenta). Sin poder evitarlo, empecé a escuchar la conversación y me maravillé del modo que hablaban sobre una calabaza que había comprado uno de ellos. Parecía que estaban negociando la paz entre dos naciones poderosas, pero solo argüían sobre como cocinar la calabaza apropiadamente. ¡Veinte minutos después me baje del metro y ninguno de ellos disentía! Me parece que los españoles aquí en Madrid les gusta argüir, sin importar de que tema se trate. Aunque esto parezca una cosa mala, me gusta que los españoles san tan apasionados de sus opiniones.

Lo que me gusta de España

Como dije en mi articulo anterior, en Madrid encontré muchas cosas que me parecieron un poco desagradables (¿a quien no le molestaría la caca de perro por las calles?), pero con el tiempo uno se adapta y crece a apreciar las cosas positivas de la cuidad y el país en general.

Una de los aspectos que me impresiono mucho de Madrid y España fue la solidaridad que demostraron los madrileños después de los atentados del 11-M. Nunca en mi vida había visto tanta gente manifestarse en las calles contra el terrorismo. A diferencia de las personas en los EE.UU., que reaccionaron completamente diferente, retrayéndose del miedo colectivo que causaron los atentados del 11 de septiembre, los madrileños expresaron su duelo abiertamente. El espíritu de manifestarse en las calles puede ser un resultado de la buena cualidad que tiene los españoles de ser muy sociables. Me fascina como salen a la calle, personas de todas edades, para pasciar y hablar con amigos. A veces me sorprendo con la capacidad que tienen los españoles de conversar.

De la misma manera, la estructura social de la cuadrilla se me hizo muy interesante. Los españoles suelen tener un grupo colectivo de amigos que se llama la cuadrilla. Estos amigos se conocen porque crecieron juntos en la misma manzana o vecindad y preservan estas amistades sin importar donde se mudan después de crecer. En los EE.UU. la estructura social es fragmentada y carece de esta fidelidad comunal.

En general, la distinta estructura social que tiene los españoles los hace más abiertos y joviales. A diferencia de los norteamericanos, tienden a expresar sus emociones más fácilmente. También la vida de noche de Madrid tiene mucha fama.

Otro aspecto favorable que he notado es que los españoles ponen más atención a lo que esta pasando en el mundo que los norteamericanos en general. Parece que todos leen el periódico, escuchan la radio, o ven el telediario. El que la gente este más informada evita que sea fácilmente manipulado por los gobiernos, como demostraron las elecciones de marzo.

Si uno da un vistazo a Madrid, ve que la gente esta en un superior estado fisco que los norteamericanos. Puede ser que los madrileños son mucho más activos y andan que los norteamericanos. Hasta mis amigos notaron que las chicas son mucho más guapas. Además a los madrileños les gusta estar a la moda, lo que hace que se vistan mucho mejor que los norteamericanos.

Ahora que tengo que volver a California, estoy muy triste porque voy a echar de menos mucho a Madrid y España. Ahhh... la tortilla española, los museos, Sevilla, Granada, Barcelona, Toledo.... Lo que me consola es que pronto ver a mi familia y amigos y en el futuro cercano volveré a visitar España.

Recordando mis primeras negativas impresiones de España

Cuando vinieron a visitarme mis amigos de los EE.UU. durante las vacaciones de Semana Santa, sus primeras impresiones de España me recordaron algunas de las cosas que yo noté al llegar a España. Como no hablan español y no han viajado fuera de los EE.UU. mucho, tuvieron un choque cultural muy gracioso.

Lo positivo de Madrid que encontraron fue la excelente oferta cultural de la cuidad. El sistema de transporte público fue una maravilla para ellos, quien están acostumbrados a manejar dos oras en trafico cada mañana para llegar al trabajo. También les encanto la marcha en Madrid. Por lo tanto, al principio, todo les pareció magnifico.

Cuando pasaron los días… empezaron a notar algunas de las cosas de Madrid que a mi también me parecen un poco asquerosas. Cuando uno camina por las calles tiene que tener cuidado de no pisar la caca de perro que se encuentra por todo sito. Cuando hace calor, se hace parte del concreto y cuando llueve uno tiene que tener cuidado de no resbalarse en los depósitos que dejan las mascotas madrileñas. En realidad no entiendo como los españoles llevan sus bolsas para recoger la caca de sus perros pero no las usan. Esta por verse si mejora esta situación con el aumento de la multa a 600€ para los que dejan la caca de sus perros en las calles.

De la misma manera, la falta de higiene en algunos barres y restaurantes comunes es muy sorprendente para el extranjero que visita por primera vez. Aunque la comida puede ser muy rica, la pinta de estos lugares no es muy buena por la cantidad de basura que se ve en el suelo y el humo de fumadores que llena el ambiente. Al contrario, en los EE.UU. se les obliga a los sitios a poner en sus ventanas una evaluación de su limpieza y no se les permite fumar en muchos comedores. Yo especialmente encuentro muy desagradable tener que comer con el humo de fumadores en un restaurante. Nunca había visto tantos fumadores en vida hasta que llegué a Madrid. No me sorprendería ver un bebe en la calle fumando con su biberón en la otra mano. Aunque penséis que estoy exagerando, he visto jóvenes de doce años fumando. Casi no puedes ir a un sitio sin que alguien este fumando.

El que mis amigos solo querían comer en el VIPS talvez te de una idea de lo que pensaron de la comida española. Puede ser que no les gusto mucho la comida Española porque no tuvieron la oportunidad de probar la gran variedad de comidas que ofrece Madrid, pero sí hay algunas cosas que a mi tampoco me han gustado de la gastronomía Española, aunque yo soy el tipo de persona que come de todo. Por ejemplo, el famoso jamón que todos los españoles describen como la comida de los dioses, realmente no es tan delicioso. Cuando yo vi el jamo serrano por la primera vez, pensé que no lo habían cocido bien, pero luego me explicaron el proceso largo de curación y tratamiento por el que pasa el jamón. También escuché un largo discurso sobre el jamón de pata negra etc.… Unos dicen que lo más fino que es el pedazo de jamón lo mejor que sabe etc.... Ahora estoy acostumbrado a comer este tipo de jamón, pero tampoco pienso que es para tanto escándalo. El consumo del café y el pan también se me hizo interesante. El café de España es muy fuerte comparado al café norteamericano. No entiendo como los estómagos de los españoles pueden soportar tal paliza todos los días. El pan también se come como si fuera nada. Una persona se puede comer una barra entera de pan como si fuera nada.

Después de solo estar en Madrid unos pocos días, mis amigos ya querían salir de la cuidad, dado que a veces la vida en Madrid puede ser un poco agobiante. La gente vive una vida muy ajetreada y parece que los españoles expresan esta frustración muy abiertamente en las calle, lo que da la impresión al que visita por primera vez que están muy estresados por sus vidas y trabajos. Los coches se pitan mucho en las carreteras y cuando hay un accidente de coches, salen los conductores y se gritan llamando obscenidades hasta el punto que piensas que se van a matar. He visito esta frustración en los autobuses también. Un día iban en el autobús cuando entro una señora de edad avanzada. Después que subió, se enfadado mucho con el conductor porque no había esperado para que subiera bien antes de arrancar. Desde su asiento ella empezó a gritarle diciendo que era un mal educado. Pensé que el iba a pedirle disculpas y darle la razón porque era una señora mayor, pero me sorprendí cuando empezó a responderle con groserías también. Le dijo que ella era la mal educada por gritarle a el y que si hubiera sabido no hubiera parado por ella. Continuaron a gritarse hasta que uno de los pasajeros le dijo a la señora que tenía la razón, que le conductor era un monstruo, pero que por favor se callara para que no los matara a todos en un accidente por estar discutiendo. Otro ejemplo del estrés se ve en las estaciones de metro, donde muchos corren para alcanzar el metro aunque va a pasar otro en solo dos minutos. Yo me pregunto porque tanta prisa… Talvez es porque yo vengo de California, pero se me hace que los madrileños deberían tomar la vida más despacio. Se dice que en España se trabaja más que en otros países Europeos. Mi teoría es que trabajan tanto porque oscurece tan tarde. ¡A las nueve de la noche todavía no se ha puesto el sol en algunos días! La marcha y diversión que empieza muy tarde en la noche es un fenómeno que permite que la gente se desahogue después de una semana tan cansada.

Lo que contribuye a un ambiente un poco hostil en algunas situaciones es que los españoles son mucho más directos que los norteamericanos cuando hablan. Son muy francos y no vacilan en decir algo fuerte. Por ejemplo, en mi práctica, el profesor de un curso le dijo a un estudiante que su trabajo básicamente no servía para nada. Los métodos de la investigación del alumno eran incorrectos y el profesor no pensó dos veces en decírselo en frente de toda la clase. Lógicamente, la franqueza del habla aquí en España puede ofender al extranjero que no esta preparado. Una inmigrante de Sur América me contó después de su primer trabajo en España, siempre regresaba a casa llorando porque pensaba que su jefa la odiaba.

Hablando de conveniencias tribales, algo que me tomó un poco para acostumbrare fue el hecho que en Madrid no suelen tener secadoras de ropa en casa. La luz cuesta tanto que no vale la pena tener un secador de ropa en casa. Por esa razón, muchos guindan su ropa fuera de una ventana en su casa. Aunque al principio tenía miedo de que se me cayera mi ropa del quinto piso de donde vivo, me acostumbre y ahora no se me hace un reto guindar mis chonis para que toda la vecindad los vea.

Todos estas diferencias entre los EE.UU. y España pueden causar una reacción adversa en una persona que no tiene suficiente tiempo para acostumbrase al nuevo ambiente. Mis amigos solo pasaron una semana y medio aquí y como resultado, talvez no volverán a España por mucho tiempo. Vinieron con una visión romántica de lo que era España y se fueron un poco cabriados Jejeje… Yo personalmente ya me he acostumbrado al modo de vivir aquí en Madrid, hasta el punto que después de volver de Italia me sentí en casa. El viajar al extranjero es muy bueno porque te hace reflexionar en las cosas que siempre tomas por sentado y te obliga a adaptarte a diferentes circunstancias. He aprendido mucho de esta experiencia y espero poder viajar más en el futuro para continuar aprendiendo.