Mi viaje a Sevilla
Al viajar por España he conseguido ampliar mi idea de la sociedad española. Antes de viajar a conocer un poco de Andalucía durante las vacaciones de Semana Santa, solo había conocido ciudades cerca de Madrid como Salamanca, Segovia, Toledo, El Escorial, Avila, Aran Juez, Alcalá de Henares, Siguenza y Atienza. Cada cuidad tiene su propio carácter, pero nada me había preparado para conocer Sevilla. La verdad es que aunque los españoles del norte son amables no se pueden comparar con los de Andalucía.
En Andalucía me sentí como si estuviera en otro país. La gente se me hizo mucho más alegre y más dispuesta a conversar con extranjeros. Es como si el clima tuviera un efecto positivo en sus caracteres.
Unos amigos de Madrid arreglaron para que un grupo de conocidos en Sevilla nos recibiera cuando llegáramos. Cuando salimos a comer con ellos en Sevilla, desde la primera noche, notamos de su modo de conversar que disfrutaban de la vida. Aunque ellos también enfrentan problemas como todos, no dejaban que les amargara la vida. Sonreían y contaban muchos chistes y centraban sus conversaciones en aspectos positivos.
Uno de ellos trabajaba vendiendo coches, pero durante su tiempo libre trabajaba restaurando un apartamento en Sevilla Este. Con paciencia él iba arreglando el apartamento a su gusto. Cuando llegamos a Sevilla nos alojo en su apartamento y al entrar notamos que su ultimo proyecto fue instalar una pecera en la pared de la sala, era como un cuadro de pintura vivo.
De la misma manera, los jóvenes nos dieron la impresión de ser más abiertos y creativos que personas en otras partes de España. Aunque nunca nos habíamos conocido personalmente, nos llevaron por toda la cuidad para conocer las partes principales. Estaban muy alegres y orgullosos de compartir su conocimiento sobre la cuidad.
En conclusión tuve una experiencia inolvidable en Sevilla. No solo hice nuevos amigos, pero también aprendí mucho de la cultura. Sé que si vuelvo, seré muy bien recibido.
En Andalucía me sentí como si estuviera en otro país. La gente se me hizo mucho más alegre y más dispuesta a conversar con extranjeros. Es como si el clima tuviera un efecto positivo en sus caracteres.
Unos amigos de Madrid arreglaron para que un grupo de conocidos en Sevilla nos recibiera cuando llegáramos. Cuando salimos a comer con ellos en Sevilla, desde la primera noche, notamos de su modo de conversar que disfrutaban de la vida. Aunque ellos también enfrentan problemas como todos, no dejaban que les amargara la vida. Sonreían y contaban muchos chistes y centraban sus conversaciones en aspectos positivos.
Uno de ellos trabajaba vendiendo coches, pero durante su tiempo libre trabajaba restaurando un apartamento en Sevilla Este. Con paciencia él iba arreglando el apartamento a su gusto. Cuando llegamos a Sevilla nos alojo en su apartamento y al entrar notamos que su ultimo proyecto fue instalar una pecera en la pared de la sala, era como un cuadro de pintura vivo.
De la misma manera, los jóvenes nos dieron la impresión de ser más abiertos y creativos que personas en otras partes de España. Aunque nunca nos habíamos conocido personalmente, nos llevaron por toda la cuidad para conocer las partes principales. Estaban muy alegres y orgullosos de compartir su conocimiento sobre la cuidad.
En conclusión tuve una experiencia inolvidable en Sevilla. No solo hice nuevos amigos, pero también aprendí mucho de la cultura. Sé que si vuelvo, seré muy bien recibido.
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